Parte 6.
Cuando llegó al teatro, el concurso ya había terminado. Javier buscó entre la multitud a los componentes de la comparsa, y los encontró en el patio de butacas, rodeados de familiares y amigos. Se acercó a ellos, y les preguntó quiénes eran y cómo habían conseguido su canción. Los niños y niñas lo miraron con sorpresa y admiración, y le dijeron que eran alumnos y alumnas de un colegio de Marbella, y que su profesora de música les había enseñado la canción. La profesora resultó ser la hija de Javier, a la que hacía años que no veía. Ella se acercó a su padre, y le abrazó con lágrimas en los ojos. Le dijo que había encontrado la canción entre sus cosas, y que le había parecido preciosa. Le dijo que quería rendirle un homenaje, y que por eso había formado la comparsa con sus alumnos y alumnas. Le dijo que lo echaba de menos, y que lo quería.