Parte 1.
Había una vez un joyero llamado Javier, que vivía en Marbella. Javier tenía una gran pasión por la música y las canciones populares, y cada año participaba en el concurso de agrupaciones carnavalescas con sus amigos. Unas veces formaban chirigotas, con letras humorísticas y críticas, y otras veces comparsas, con un tono más serio y reivindicativo. Javier era el autor de la música y las letras, y también tocaba la guitarra y cantaba en el escenario. Sus agrupaciones eran muy famosas y queridas por el público, y ganaron varios premios a lo largo de los años.